Oigo el silencio que asciende
abriéndose paso por dentro,
desde mis entrañas.
Ensordece mis oídos
mientras camina entre las arterias,
músculo y hueso apartando,
buscando el corazón
y creo que el alma.
Esquivando en su ascenso
sentimientos de alegría,
recogiendo ansia e ira,
mi tristeza y las mentiras.
Henchido de envidia y odio,
hastiado de su soledad
y de que sólo yo
pueda sentirlo dentro,
se ha arrastrado hasta mi garganta
y ha escapado
gritando... angustia.
Jecobe, te salió perfecta la poesía al dotar de sonido errante al silencio, el cual te culpa por tu propia soledad. Te inspiraste, Jecobe.
ResponderEliminarAbrazos.