Fobia
Me duelen las muñecas. Nunca pensé que esto doliera tanto. Nunca creí que ocurriera esto. Estaba todo controlado. De principio a fin.
Cuando abrí el congelador el olor me golpeó con fuerza haciéndome vomitar. Las moscas inundaron la estancia sobrevolándome, rozándome con sus asquerosas alas. La visión del cuerpo hinchado y cubierto de miles de insectos me paralizó. Caminé aterrorizado y sin control hacia atrás hasta tropezar y quedar quieto en un rincón, observando como aquella marabunta se desparramaba sin control por el sótano junto con aquel hedor insoportable que ascendía hacia el resto de la casa. Hacia la calle.
Fue entonces cuando descubrí que todo... no estaba controlado.
Una simple avería y esta maldita fobia han conseguido en un instante lo que durante años no ha conseguido la policia.
Mientras subo al coche patrulla sólo puedo pensar en dos cosas. El dolor que se acrecienta en mis muñecas, y cuanto tardarán en descubrir el resto de cadáveres.
Jesús Coronado - 2013
Pues me alegro de que la fobia fuera de utilidad :)
ResponderEliminarMe ha gustado, mezcla el suspense y el humor negro. Además, ya tenía ganas de leer más cositas tuyas.
Abrazos.