Recordaré
El negro azabache de tú pelo,
sus aromas a espliego y a romero.
La cadencia de tu voz
golpeando muy adentro,
como las olas de un mar en calma
inpregnando de salitre mis recuerdos.
Sentiré lo profundo de tus ojos
y esa poesía que es tu cuerpo,
dándote mi vida si quisieras
por uno sólo de tus besos.
Jesús Coronado