Seguimos en el mes de los "insectos" como homenaje a Kafka. Un segundo micro.
¿Por qué?
Mi cuerpo me parecía extraño una vez más, como si lo descubriera por primera vez. Pero eso no impedía que estuviera allí tumbado, boca arriba en el diván del psicólogo. Contándole mi vida con pelos y señales mientras yo no dejaba de admirar la perfección de mis manos.
Cómo me hastiaba aquella vida nocturna y esa costumbre de andar por garitos de mala muerte. Cuanto más sucios y malolientes fueran, mejor, más los disfrutaba. Y estas visitas odiosas al diván que me humillaban y aburrían a partes iguales.
Una voz atronadora y profunda me sacó del mundo donde me encontraba, devolviéndome a la triste y cruda realidad.
- Se ha vuelto usted a dormir en la consulta. No me extraña que viva sólo, sueña en voz alta. Y esa obsesión que tiene por vivir cerca de esa mujer lo terminará de volver loco. Los lugares sucios y malolientes son lo suyo, no esa casa limpia y con olor a lavanda donde se empeña en deambular a plena luz del día. Tendrá un serio disgusto como le descubra observándola. Debe dejar de soñar y asumir de una vez por todas, que sólo somos unas tristes y simples cucarachas.
Jesús Coronado - 2013