3 jul 2022

Empatía

 






Eleuterio impartía clases magistrales en las reuniones como quien reparte cromos gratis a la puerta de un colegio. Sus opiniones sentaban cátedra, o al menos eso creía él. Si osabas oponerte a sus teorías y explicaciones, Eleuterio subía su tono una octava e intentaba machacarte con tal cantidad de datos de enciclopedia desfasada que, por un momento, te dejaba descolocado. Si aun así volvías a rebatirle, pasaba al ataque desgranando sutilmente tus defectos y, sobre todo, tus fracasos, aplicando un extra de odio fermentado en el tiempo con el fin de socavar tu moral o hacerte explotar por su falta de empatía, sin pararse a pensar el daño que podía provocar en esa persona o sus más allegados.

Hoy, Eleuterio, sigue impartiendo sus teorías desde el banco de un parque a todo aquel que quiere escucharlo, como viene haciendo desde hace veinticinco años mientras espera su jubilación y se mantiene gracias a un subsidio concedido por aquellos a quien critica y al sueldo que su mujer aporta en casa.

El escritor austriaco Karl Kraus decía “Educación es algo que reciben los más, que muchos transmiten y que pocos tienen”.

Educación es no intentar imponer tus criterios sobre los demás sin ni tan siquiera escucharlos. Educación es ser empático con el que tienes enfrente e intentar ponerte en su lugar antes de lanzarte a machacarlo. Mañana podrías ser tú el machado. Educación es no decir que el tiempo lo pone todo en su sitio con segundas cuando tu posición es mejor que la del contrario, porque no es verdad. El tiempo simplemente pasa. Educación es que no te rías de quién lucha para salir del pozo cuando tú ni tan siquiera lo intentas porque prefieres quedarte en el fondo. Educación es saber que la sociedad es un gran ente que cuando tropiezas te engulle, te mastica y te escupe. No te rías de quien ha tropezado, dale la mano y ayúdale a levantarse. Mañana puede ser él el que te ayude a ti. Educación es saber que nunca debes dejar de intentarlo, aunque algunos a tu alrededor prefieran que no lo hagas para, de esa manera, pensar que son mucho mejores que tú.

Así que nunca dudes, tus errores son solo tuyos. Pero nunca dejes que otros se los atribuyan como sus triunfos.

 

                                               Jesús Coronado -  03.07.2022

11 abr 2022

Ray Bradbury

 


 

Este mes nos vamos a adentrar en un género en el que se encuadró al autor que nos ocupa y que  he de reconocer que es de mis preferidos, tanto a la hora de elegir  lectura, como elegir en cine. La Ciencia Ficción. Pero Bradbury es mucho más, algo que voy a intentar desvelarte en las siguientes líneas. Vamos a ello.

 

 Ray Bradbury: Su vida

Ray Douglas Bradbury nace un 22 de Agosto de 1920 en el estado de Illinois –EEUU-  en el seno de una familia humilde que le hace transcurrir sus primeros años entre su lugar de nacimiento y Tucson – Arizona- hasta que en 1934 la Gran Depresión les hace trasladarse a la ciudad de Los Ángeles – California- .

Su educación no es digna de mención. Terminó graduándose en secundaria en Los Ángeles. Pero su determinación por aprender le hacía pasar largas horas durante la noche en la biblioteca, utilizando el día para trabajar y escribir. Fue vendedor de periódicos hasta 1943, momento en que decide dedicarse a jornada completa como escritor profesional.

En 1947 contrae matrimonio y publica el mejor material que tiene hasta ese momento en una colección de historias cortas “Dark Carnival”.

Obtuvo múltiples premios, sobre todo en sus últimos años de vida,  falleciendo en junio de 2012 a los noventa y un años de edad.

 Aquí  podéis verle y oírle en una entrevista que TVE le hizo, donde habla de su trayectoria pasada y actual.  Muy interesante y reveladora.

 

Ray Brandury: Su obra

Encuadrado dentro del género de Ciencia Ficción, Bradbury navega por diferentes estilos literarios, sobre todo en sus últimos años, abarcando la escritura de guiones cinematográficos y hasta la poesía. Pero su obra “Crónicas Marcianas”  -1950-  le marcó no sólo en la fama adquirida desde ese momento, si no encuadrándolo como escritor de género.


Esta obra junto con “El hombre ilustrado” y “Farenheit 451” nos muestra a un Bradbury preocupado por los miedos que transitan en toda la sociedad, sobre todo la americana y su pronta entrada en la era atómica, unida a la censura, el racismo y a los poderes políticos extranjeros, la guerra fría.

Aunque las mencionadas obras sean las más conocidas y las que dieron fama mundial, Bradbury firmó


más de quinientas de géneros diversos.

Como dato curioso hemos de mencionar que cuando hace llegar sus relatos al editor con intención, evidentemente, de publicarlos, este le comenta que nadie quiere leer historias cortas, la novela es lo que les interesa. Bradbury no ceja en su empeño y decide unir varias de sus historias en un solo volumen, naciendo así su obra cumbre “Crónicas Marcianas”.

En la obra de Bradbury podemos ver reflejado su miedo a la ciencia, a la técnica y al daño que su mala utilización puede hacer en nuestra sociedad. En cierta ocasión cuando le preguntaron el por qué, contestó “Cuándo escribí Farenheit la Segunda Guerra Mundial había terminado recientemente  y empecé a mirar a la ciencia con ojos críticos. Desde entonces mantengo esa actitud y creo que hoy debemos agudizarla: basta con ver lo que sucede en África o Medio Oriente, cómo la gente se está matando y cómo la técnica interviene en ello” Todo un manifiesto.

Por otra cosa por la se menciona a Bradbury es por la de anticiparse en la creación de objetos y avances tecnológicos que detalla en muchas de sus novelas. Como ejemplo mencionaré que en su novela “Farenheit 451” ya aparecen los auriculares con sistema bluetooth que los bomberos utilizan. Asimismo menciona la obsesión de la sociedad por todos los bienes materiales, pero especialmente por las televisiones de pantalla plana de grandes dimensiones que además son utilizadas para comunicarse con otras personas. ¿No os suena a Facebook? Por decir algo.  En fin, cajeros automáticos, coches inteligentes y otros avances que ya no nos parecen tremendamente normales a fecha de hoy  y que Bradbury dejó reflejado en su obra allá por los años cincuenta.

Algo que me ha resultado tremendamente curioso es que creó su propia revista amateur  en 1939 “Futuria Fantasía”  donde la mayor parte del material publicado era suyo, llegando a editar según comentan cuatro números.

En fin, espero que con estas líneas os animéis a conocer un poco más a Bradbury, un escritor caracterizado por una de las narrativas más envolventes de la literatura de ciencia ficción, crítica y realista. Aunque esto parezca una contradicción. Como muestra una de sus frases  Demasiado tarde comprendí que no es posible esperar a ser perfecto, que hay que salir a la vida y caerse y levantarse como todo el mundo”.

 

Sed buenos y leed mucho.


                                        Jesús Coronado


                                  Artículo publicado en Caja de letras

 

 

 

 

 

27 dic 2021

Estrellita

 


Estrellita era la mas pequeña de cinco hermanas. Feliz y querida por todos andaba día y noche de acá para allá sin parar. “Fugaz” empezaron a llamarle algunos por la velocidad con la que se movía. Su padre, El Lucero del Alba, de reconocido prestigio en el universo de las Estrellas, ya no sabía que hacer con ella. Su madre, Casiopea, se armaba de infinita paciencia pues, al fin y al cabo, Estrellita, era como lo fue ella de pequeña: rebelde y pizpireta.

            Cuando su esposo se enfadaba y la reñía alterado, Casiopea le decía:

─ Ten paciencia Lucero… cambiará con el tiempo. Dejará de correr de un lado a otro como cometa sin rumbo y encontrará cuál es su función en el Universo ¿No recuerdas como era yo cuándo me conociste?

            Y el Lucero del Alba fingía enfadarse… y consentía, pues no podía resistirse a la luz que Casiopea irradiaba.

            Un día, cuando Estrellita sobrevolaba fugaz el desierto de Judea, escuchó el llanto de un pequeño en mitad de la noche. Algo en su interior se estremeció y le obligó a frenar en seco. Sentía la necesidad de averiguar de quién era el lloriqueo que salía de aquel destartalado pesebre. Se acercó despacito hasta ver a un niño que estaba entre trapos, sobre un colchón de paja, quedando prendada de él cuando vio su redonda carita. Y Jesús, pues así se llamaba aquel pequeño, la miró… y le regaló una enorme sonrisa.

            Estrellita, en ese mismo instante, se vio presa de aquella sonrisa y de la luz y la paz que la mirada del niño desprendía. Y así, de repente, sintió que, por fin, había descubierto cual era su lugar en el Universo; alumbrar aquel pesebre para anunciar a todos los hombres y mujeres del mundo el nacimiento de aquel niño.

            Y desde entonces ─ dijo mi abuelo ─ una estrella brilla con fuerza y muy quieta en el cielo nocturno irradiando más luz cuándo llegan estas fechas.

            Y así fue como aquella Navidad, gracias a mi abuelo, descubrí a Estrellita, la que siempre alumbra el Portal.


                                                            Jesús Coronado

22 dic 2021

El Escaparate

 

EL ESCAPARATE

 

         Aquello era todo un canto a la abundancia. Fiambres, quesos y todo tipo de chacinas aguardaban en un orden perfecto a que el tendero tuviera a bien escogerla y laminara según el gusto del cliente.

         Yo, babeo imaginando que soy una papila gustativa inmensa a las puertas de una opulenta cena de nochebuena, anticipando los aromas, texturas y sabores de todas aquellas viandas.

         Pero la luz ha empezado a parpadear antes de apagarse. Es tarde. Me paso la manga por la comisura de la boca y antes de echarme la manta sobre la cabeza, le doy el último mordisco al mendrugo mientras acomodo mi sesera encima de los cartones, a los pies del escaparate.   


                                      Jesús Coronado


#cuentosdeNavidad 

5 abr 2021

Dennis L. McKiernan

 







Este mes, para variar, vamos a hablar de un escritor que está vivito y coleando y que todavía reside en Arizona, concretamente en Tucson y que a sus ochenta y ocho años sigue dentro del mundillo literario. Conocido, sobre todo, por su primera obra “La Torre de Hierro” cuya particularidad os explicaré más adelante, y por la creación de un mundo único donde se mueven la mayoría de sus historias. Trabaja la alta fantasía aunque también hace incursiones en la ciencia ficción, el terror y algún que otro género de ficción. A mí, he de reconocer, que con su historia de amor “Dragondoom” me cautivó. Sí, habéis leído bien, historia de amor. Eso sí, entre una humana y un enano que tendrán que recorrer un largo camino peleando contra sus prejuicios, seres extraños y hasta con un dragón. Ya os dije que era alta fantasía, la clásica, la de siempre.

 

Denis L. McKiernan: Inicios

            Denis L. McKiernan nació un 4 de Abril de 1932 en la pequeña ciudad de Moberly, Missouri, donde reside hasta su incorporación al Ejército de los EEUU. Una vez finalizado su periodo militar de cuatro años, que incluyó su participación en la Guerra de Corea,  vuelve al estado de Missouri para cursar estudios de Ingeniería Eléctrica, estudios que termina en 1958. Trabajó en empresas tan importantes como AT&T hasta 1989 en labores de investigación y desarrollo, año en que se retira de la ingeniería para dedicarse a tiempo completo a la escritura, con la que ya había comenzado allá por el año 1977.

            Aunque para hacer honor a la verdad, Denis L. McKiernan, comienza a hacer sus pinitos a los doce años cuando decide junto a uno de sus compañeros de clase, escribir una novela. Tras iniciar la misma y tener escrito el lugar dónde se iba a desarrollar, decidieron que esto de escribir era muy difícil. Así que hicieron borrón y cuenta nueva. McKiernan hizo cuenta nueva en 1977, menos mal.

 

Denis L. McKiernan: su obra.

            Amante de la fantasía tiene que sufrir un grave accidente de tráfico para empezar a dedicarse a la escritura. Recordar que el gran Stephen King escribió sus mejores obras tras un accidente de tráfico. Pero en fin, en el caso de McKiernan fue un Plymouth rojo del 67 el que se lo llevó por delante al invadir el carril por el que este andaba con su moto  en 1977, un accidente que  lo dejó durante muchos meses amarrado a una cama, envuelto en yeso y sin poder practicar sus deportes favoritos y, por supuesto, sus viajes en moto.

 Durante su convalecencia Denis L. McKiernan, como amante de la fantasía y de Tolkien, decide escribir una continuación de la obra más famosa del autor “El Señor de los Anillos” para “mantenerse cuerdo mientras vivía en un bloque de cemento” llegó a decir. Escribía durante dieciséis horas al día moviéndose entre enanos y elfos. McKiernan decía “que cabalgó, nadó, escaló montañas y viajó por un mundo maravilloso. Ningún otro género literario podría haber hecho todo esto por mí”.  

 

 

Denis L. McKiernan: “Mithgar”

 

            Denis L. McKiernan crea un mundo propio al que llama “Mithgar”  en el que se van a desarrollar todas las historias que tiene en mente crear como continuación a su libro de fantasía favorito “El Señor de los Anillos”. Sí, habéis leído bien. Durante su convalecencia, McKiernan escribe muchas historias que siguen y ocurren tras el final del libro mencionado. El editor, Doubleday, las lee y convencido del éxito que pueden obtener, intenta obtener la autorización para su publicación.

Pero los gestores del patrimonio del autor se la niegan. Doubleday le dice a nuestro autor, que reescriba sus historias y cree la suya propia y éste así lo hace. Como os decía al principio, así nace “La Torre de Hierro”. McKiernan la reescribe colocando a los personajes en un mundo diferente y que escribiera una precuela que diera fundamento a la historia. Esa precuela, indefectiblemente, se parece a “El Señor de los Anillos” y la decisión posterior de convertir el conjunto en una trilogía aumenta la sensación de plagio. Los críticos de la época simplemente han dicho que se trata de una imitación de este.

            Lo cierto es que es mucho más. Es el inicio y la creación de un mundo donde van a desarrollarse muchas de sus historias posteriores. Recordemos que “La Torre de Hierro” es su primera obra aunque este mundo de Mithgar  continuará existiendo y creciendo hasta 2014, año en que escribe “Corona Robada” su última novela publicada en este mundo particular. 

 

Denis L. McKiernan: Influencias

            Como ya os he comentado, Denis L. McKiernan bebe en un principio de J.R.R. Tolkien y su gran trilogía, pero tras la negativa de sus herederos para publicar lo que el autor que nos ocupa este mes tenía en mente hacer, decidió romper con ello y marchar por otros derroteros.

            Como el propio McKiernan dice, no  sólo Tolkien le sirvió de inspiración. Otros autores como Robert E. Howard   marcaron su obra y le motivaron a crear una fantasía y un mundo muy particular, lleno de personajes profundos y bien creados que se moverían en su propia Tierra Media a la que llamó “Mithgar”. Su novela “Dragondoom” marcaría la ruptura total con su amado Tolkien e iniciaría un camino que, a día de hoy, continua.

 

            Sed buenos… y leed mucho.


                                                                                Autor: Jesús Coronado


Artículo publicado en  Caja de Letras  

 

24 ene 2021

Lerna, el legado del Minotauro

 

    


    Hace mucho tiempo que tengo aparcado el escribir sobre los libros que voy leyendo y, sí, lo reconozco, tengo algunos leídos que merecen reseña con la opinión de los sentimientos que me han producido sus lecturas. Pero ha sido  “Lerna” el que me ha devuelto las ganas de volver, esta vez en mi blog al que, por cierto,  tengo abandonado desde hace un par de años. Vamos a ello.

 

Título: Lerna, el legado del Minotauro

Título original: Lerna, el legado del Minotauro

Autor: Javier Pellicer

Editorial: EDHASA

Colección: Narrativas Históricas

Copyrigth

© 2020, Javier Pellicer

© 2020, de la presente edición Edhasa

© 2020, diseño de cubierta Estudio Calderón

Edición: 1ª edición: octubre de 2020

ISBN: 978-84-350-6360-9

Tapa: Dura

Nº de páginas: 574

 

Sinopsis:

            Cuando Starn regresa a su adorada Cnosos tras una larga ausencia, comprueba que la placidez que recordaba se ha convertido en desconfianza. El peligro acecha a su isla: piratas aqueos amenazando sus rutas marítimas, las intrigas y traiciones afianzándose entre las sombras del palacio y una profecía que anuncia el fin de la dinastía del minotauro. Pero el destino es inexorable. Todo se precipita. Starn tendrá que decidir entre Cnosos o su hermano Partolón. Y, mientras tanto, desde la distancia, la brisa sopla en susurros; es la llamada de una nueva tierra que espera ser despertada: Lerna.


Opinión:

            “Lerna” es la cuarta novela de Javier Pellicer y tercera escrita encuadrada en el género histórico. Bueno, lo cierto es que en este último trabajo esto no sería del todo cierto. Aunque si la sitúa en un entorno histórico conocido, la Creta Minoica, lo cierto es que “Lerna” bebe de la mitología para narrar uno de los mitos ancestrales sobre la creación de Irlanda.

            Pero vamos a lo importante ¿me ha gustado la novela? Sí, y mucho. Javier nos lleva de la mano de sus personajes para conocer las costumbres de la civilización minoica desarrollada en Creta, centrándose en la ciudad de Cnosos y su laberíntico palacio. A través de la primera de las dos partes de este libro, nos presentará a los protagonistas de la historia con sus virtudes y  defectos teniendo que lidiar con intrigas palaciegas y ambiciones personales que tendrán como consecuencia el viaje que Partolón y su hermano Starn hacia la tierra soñada. En la  segunda parte del libro, los personajes principales embarcados en la búsqueda de su nuevo hogar, conocerán nuevos pueblos que los aceptarán de buen grado o no, eso tendréis que averiguarlo vosotros, hasta llegar a la isla profetizada. Aquí los personajes tendrán que enfrentarse a nuevos retos, aspiraciones y sentimientos personales. Pero siguen su desarrollo personal creciendo para bien y para mal y dándole sentido a un final que  me ha parecido redondo.

            De fácil y entretenida lectura, con unos personajes bien desarrollados y una historia que engancha,  he de destacar al narrador, Tuan. Me ha parecido genial su elección con un tiempo  y forma de contar la historia hasta terminar por convertirse en un personaje más de la novela. Estad atentos y sentaros bien cuándo os acerquéis a los últimos capítulos, pues encontraréis finales adecuados a la altura de los personajes que Javier tan fantásticamente desarrolla. Por cierto Javier, nunca te perdonaré lo que haces con “Lerna” aunque entiendo que sea fundamental para el desarrollo de la historia. Me ha unido a Starn para siempre.

            Lectura muy recomendable. Os lo aseguro.  

            Aquí tenéis el enlace para acercaros a la web del autor donde encontraréis una serie de artículos en los que explica a la perfección los entresijos de “La Tierra Durmiente” también conocida como “Lerna”.  

 

 


8 abr 2018

La Voz


La voz

   Son como perlas con perfiles cimbreantes
   Sí, pero de color rojo — resonó en su cabeza.
   Flotan frente a mí como si de una danza macabra se tratara ¿por qué?
   ¿Recuerdas las píldoras? — le recordó aquella voz en su mente
   Sí, pero estas no son transparentes. Son densas,  de un rojo intenso.
   Mira, ahora es Ana la que flota ante ti — le indicó la voz mientras el rostro de Ana se giraba para quedar a la altura del suyo.
   ¿Has visto sus ojos? Están exageradamente abiertos, como si estuviera sorprendida por lo ocurrido.
   Ni se te ocurra pensar que la culpa sea por lo que le dijiste, o por tu forma de actuar; en realidad ha sido por el dolor que le ha infligido  el filo del cuchillo — oyó esta vez

Y Juan, por primera vez desde que desconectó la gravedad artificial de la estación espacial, percibió que en su mano derecha portaba el cuchillo de cocina que había utilizado para preparar la ensalada que iban a cenar esta noche y de repente… fue consciente de todo. La abrió y dejó que este flotara junto al cuerpo inerte de Ana. De su Ana. De la misma Ana  con la que llevaba compartiendo el módulo científico desde hacía seis meses y  vida y cama desde que se conocieron en la facultad de exobiología en Madrid.

Juan recordó, como si de un sueño se tratara, que sus pastillas salieron al exterior junto con los residuos orgánicos que periódicamente eliminaba para que la ligera órbita de Marte las desintegrara.

   Juan, recuerda que tienes que terminar el trabajo que has empezado — le dijo aquella voz de su cabeza interrumpiendo sus recuerdos,

Y Juan, nunca sabría que él jamás tomó pastilla alguna, ni que accidentalmente algo de aquella muestra que le hicieron llegar desde la base marciana sobre la que giraban desde hacía meses se introdujo en su interior.

Aquella voz sabía que  su futuro dependía de poder controlar a aquel ser para que, uno a uno, acabara con el resto de la tripulación y después… consigo mismo. Si todos eran igual que Juan, iba a ser  una raza fácilmente manipulable y el viaje hasta el planeta azul estaba asegurado, pues de alguna manera adivinó que el cuerpo de Juan terminaría en su planeta de origen. El ejército terrestre nunca deja a sus compañeros atrás.

El resto… sólo era cuestión de tiempo.


                                                               Jesús Coronado